Arroyo Tandileofu

Salimos de Tandil tomando por la calle que pasa por el Campus Universitario.
Este camino en verano es muy dificil de transitar ya que se hace un colchón de polvo.
A pocos kilometros esta El Solcito, hay un boliche, unas casas y una cancha de fútbol.
Andar en bici por estos lados es muy gratificante, el paisaje es muy lindo, con mucho verde.
A un costado del camino seguimos el recorrido del Arroyo Tandileofu. Muy propicio para hacer una parada para almorzar algo calentito.

En nuestras alforjas llevamos todo lo necesario para hacer una parada a comer. En esta oportunidad llevamos un arroz semi preparado, viene de distintos sabores, con pollo, con arvejas, a los 4 quesos.

Por aqui se puede ir a Iraola.

El Arroyo nos sigue casi todo el trayecto.

A mitad de camino esta el poblado de La Constacia y la Estación Cangallo.

En Cangallo hay una capillita pintada de blanco y en un lado del terreno una imagen con un par de araucarias, seguramente traidas de Los Andes

Ayacucho

Es una ciudad agrícola ganadera, muy reconocida por la tradicional Fiesta del Ternero que todos los años se celebra en el mes de abril... Es un espectáculo ver la cantidad de asadores, y los gauchos con sus trajes típicos.

Lo más interesante fue haber parado en el Hotel Palace Hotel. Muy lindo hotel y buen servicio. Atendido por sus dueños. Nuestra sorpresa fue encontrar varias fotos y algunos diplomas de ciclistas en el hall del hotel.

Ayacucho Palace Hotel - Alem 872 - Tel 02296 452629 - apalacehotel@yahoo.com.ar

Lo que sucede es que el dueño del hotel es Hector Martinez un aficionado muy particular al ciclismo.

Nos contó parte de sus historias y nos mostró albun con fotos y recortes periodisticos y un montón de reconocimientos de distintas instituciones.

El compró su bici a los 50 años, una rutera, y comenzó a entender el ciclismo como un desafío de vida... y una metáfora de quienes luchan por la vida de verdad. Esto lo impulsó a organizar sus desafíos como un ejemplo de que se puede... siempre se puede un poco más...

Fue así que entre sus destinos se encuentra Bolivia, Misiones, Bariloche, Viñas del Mar en Chile... y otros más. En jornadas de 200 a 300 km por día.

Siempre con una finalidad solidaria. Hector recurre a los vecinos que quieran colaborar con un aporte, un bono, que es destinado a un fin en particular, ya sea para colaborar con un comedor, o hasta colaborar con dinero para alguna operación. Una de sus travesías a Bolivia la hizo con un ciclista con capacidades diferentes, un verdadero ejemplo de garra y coraje...